Consejos de copywriting jurídico para bufetes y abogados
Estos días he visto muchos sitios web jurídicos y un problema que me llama la atención es el de la facilidad de lectura. La legibilidad.
Los sitios web jurídicos están llenos de textos legales, más que de copywriting.
Para el usuario de a pie, significa que son muy difíciles de leer.
Escribir un texto jurídico para abogados requiere aptitudes especiales.
Como un alegato, debe ser elocuente tanto en el fondo como en la forma para convencer y atraer a los lectores informados.
¿Cómo escribir textos completos y fáciles de entender que cumplan sus objetivos de marketing?
Gracias a estas buenas prácticas.

Prestar atención a la gramática
Aunque esta regla se aplica a todo tipo de textos, la gramática es aún más importante en el sector jurídico.
De hecho, aunque generalmente se puede elegir el tono y el lenguaje, en el mundo del derecho hay ciertos preceptos clave que son más importantes.
Por ejemplo, el presente de indicativo es el tiempo verbal por excelencia en derecho.
Del mismo modo, hay que evitar los anglicismos o los términos en lenguas extranjeras en un contexto jurídico.
Pueden dar lugar a equívocos o malentendidos por parte del lector.
Sin embargo, si no existe un equivalente en español, como las expresiones latinas, por ejemplo, escríbelo en cursiva para subrayar la diferencia.
Otra regla gramatical que hay que respetar: ¡las mayúsculas!
En derecho, hay términos que siempre empiezan con mayúscula, independientemente del lugar en el que se encuentren en una frase.
Por ejemplo: la Constitución, el Tribunal de Primera Instancia, Ministerio de Justicia, etc.
Las instituciones, como el Tribunal de Apelación, se escriben con mayúsculas sólo si se nombran o se adscriben a un lugar concreto.
Ejemplo: el Tribunal de Apelación de Bruselas.
Diferencias entre redacción jurídica y copywriting
Los abogados no son malos escritores. (Al menos, no todos.)
Pero son mucho mejores en la redacción jurídica que en el copywriting.
Los dos estilos de escritura son totalmente diferentes, con objetivos distintos.
- La escritura jurídica consiste en ser precisa y exacta. No es emocional. En general, la gente lee porque tiene la necesidad de hacerlo, no porque quiera hacerlo.
- El copywriting, por el contrario, trata de captar las emociones, contar historias e incitar a la acción. Se trata de atraer a un lector, involucrarlo y conseguir que haga algo. Por lo general, preguntar o comprar.
Ambos son válidos, solo que son diferentes.
Y cuando los abogados formados en un tipo de escritura hacen otra, los resultados no son buenos.
Esto deja a los bufetes de abogados ante un reto:
- Como expertos altamente capacitados, quieren y necesitan demostrar su experiencia.
- El marketing de contenidos es una forma excelente de hacerlo, pero la mayoría de los abogados no saben escribir para la web.
Entonces, ¿cuáles son las opciones?
Diferenciar el lenguaje coloquial del lenguaje jurídico
El sector jurídico tiene su propio vocabulario.
Aunque algunos términos se utilizan en el lenguaje cotidiano, pueden significar otra cosa en derecho.
Por ejemplo, en lugar de decir «cancelación de una venta», en derecho se llama «rescisión de una venta».
En lugar de una «acción de grupo», se llamará «acción colectiva».
El reto es resistirse al uso de fórmulas prefabricadas, con un significado vacuo o vacío.
Cada término o expresión debe comunicar una información útil y clara.
Elaborar un plan de acción
Aparte de la utilidad de un plan para estructurar su contenido y recopilar ideas, es sobre todo una forma de tener en cuenta tus argumentos.
La argumentación sigue siendo la piedra angular de un texto jurídico.
Un plan previamente definido permite priorizarlos según su importancia.
Así, se desglosan en un orden lógico que favorece la relevancia y la comprensión del texto legal.
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A favor de las frases cortas y concisas
La ley exige el uso de términos técnicos.
¡No hay necesidad de añadir una capa de ellos con frases largas!
Para que el artículo sea comprensible para todas las partes, sigue esta regla: una idea o argumento por frase.
Cuando sea conveniente, utiliza comas, puntos y comas o dos puntos para airear el texto y mantener el dinamismo del contenido.
Incluso puedes utilizar guiones para enumerar los elementos necesarios para tu planteamiento.
Por último, haz que el texto sea legible dividiéndolo en subpárrafos y/o utilizando párrafos.
No olvides citar tus fuentes
Siempre debes reconocer y valorar tus fuentes.
Son la esencia del razonamiento jurídico.
Además de citarlos, es importante darles prioridad.
En la clasificación oficial, las fuentes legales superan a las no legales:
- Las fuentes jurídicas son las leyes, las resoluciones judiciales, los actos jurídicos…
- La segunda categoría se refiere a las normas, reglamentos o contratos privados.
Revisar y evaluar la comprensión del texto jurídico
Para garantizar la eficacia y la claridad de tu texto jurídico, es imprescindible la corrección de estilo.
Comprueba si tu contenido es comprensible tras una primera lectura.
Ponte en el lugar del lector.
- ¿Puede captar la esencia de su idea?
- ¿Y la legibilidad?
- ¿Qué valor añadido aporta el texto?
- Asegúrate de responder de forma afirmativa a estas preguntas antes de publicar.
Si es necesario, pide a un compañero o a un colaborador que lo revise para garantizar la calidad del texto jurídico.
La redacción de un texto jurídico requiere conocimientos gramaticales y lingüísticos específicos.
¿Cuál es el proceso de redacción de contenidos jurídicos?
Esto es lo que puedes esperar cuando te pones en contacto con un redactor jurídico profesional:
- Un primer contacto de consultoría para discutir los objetivos de marketing de contenidos
- Una estrategia de marketing de contenidos personalizada a largo plazo basada en tus necesidades.
- Una amplia investigación de palabras clave y de la competencia para cada artículo de contenido SEO.
- Entrega regular de artículos para mantener el sitio web actualizado y vigente.
- Aumento mensual de visitantes orgánicos a la página web.
- Más consultas de clientes y llamadas telefónicas desde tu sitio web.
- Mucho más tiempo libre para concentrarse en otras prioridades

El SEO es la mejor estrategia a largo plazo para hacer crecer la reputación de tu bufete y llegar a más clientes de forma orgánica.
Los visitantes orgánicos procedentes de los motores de búsqueda son el tipo de tráfico más valioso que puede recibir el sitio web de su bufete.
Los visitantes llegan buscando los tipos de servicios que se ofrecen, basándose en las palabras clave de los contenidos.
Este tipo de tráfico de inbound marketing es mucho más probable que se interese sobre lo que se ofrece.
Conclusión
Sí, ahora, en un mundo post-COVID, hay más gente que recurre a Internet.
Pero los clientes llevan años buscando abogados en Internet.
Los abogados y bufetes que han invertido en su marketing de contenidos están cosechando los beneficios del SEO a un ritmo exponencial.
Siguiendo las buenas prácticas de este artículo, podrás escribir un texto atractivo y relevante que se ajuste a las necesidades de los lectores.
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